Flores y abrojos de Jose María Vecino Martín

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• Vecino Martín, José María (1923) FLORES Y ABROJOS Serradilla: Tip. y Lib. de "El Cronista".

Nota.- El escritor Ferran Canyameres (1898/1964) fue amigo íntimo de Jose María Vecino, del cual tiene varias cartas   y algunas dedicatorias. Fue  recluta de la leva del 1919, y lo destinaron al cuerpo de aerostación de Guadalajara, allí hizo amistad con José María Vecino Martín.

En el fondo documental de Ferran Canyameres existen 18 cartas escritas por José María Vecino y hay 1 escrita por Ferran Canyameres, también hay 3 cartas escritas por Ferran Canyameres dirigidas a Luisa Barbini, 1 escrita por Luisa Barbini en ocasión de la muerte de Ferran Canyameres y 1 carta escrita por Ferran Canyameres a Luisita Vecino Barbini y 1 postal escrita por Luisita Vecino Barbini. 

José María Vecino se casó con Luisa Barbini, de nacionalidad Italiana, al morir él, ella pidió ayuda a Ferran Canyameres, (que entonces estaba exiliado en París), para poder volver a Italia. Instalada en Milán siempre mantuvieron una excelente relación de amistad con la familia de Ferran Canyameres, las hijas de los dos escritores, Montserrat y Luisita fueron muy buenas amigas.

 ◘ JOSE MARÍA VECINO MARTÍN (Serradilla 1898 - Adra 1947); Ingresó en el Seminario de Plasencia con doce años para seguir la carrera eclesiástica pero aquejado de una enfermedad tiene que dejarlo antes de finalizar. Posteriormente cursó Magisterio en la Escuela Normal de Cáceres, finalizando la carrera en 1924. En septiembre de 1925 se hizo cargo de la Escuela de niños de Zahínos (Badajoz) y en mayo de 1926 aprobó las oposiciones a Magisterio siendo destinado a la Escuela de Villamesías de la que pasó Campillo de Arena (Jaén) y después a Adra (Almería). El 18 de febrero de 1935 estrenó en el Salón del Círculo de Fomento Agrícola de Serradilla, del que era socio fundador, el cuplé "Lindo Nardo" con música del maestro Manuel Díaz Gómez que obtuvo un gran éxito. Vecino Martín fué un poeta sincero de verso fácil y asiduo colaborador de “El Cronista” de su pueblo natal donde aparecieron algunas de sus composiciones conocidas por “serradillanas” y tuvo fama de ser un buen calígrafo y dibujante.

Obras: Flores y Abrojos (1923); Serradilla cantada por sus poetas (1982), Cien poemas de amor (1989), Dichoso el pueblo que sabe cantar (1992).