• García Plata, Jose María (2006).- CAMPANAS DE MEDIA NOCHE. En memoria del pueblo de Granadilla. Autoedición.
Hoy, estoy jubilado.
Nací en Ahigal, pueblo de la provincia de Cáceres, tierra de emigrantes, debido a su bajo nivel de vida y escasas oportunidades de superación, en donde se sobrevivía, pero poco más. El que lea o haya leído Los santos inocentes de Miguel Delibes o visto la película, entenderá lo que digo por el retrato real que hizo de aquella tierra, tan querida para los extremeños y tan añorada para los que un día nos marchamos de ella.
En el pueblo vecino al mío había vivido y muerto el poeta José María Gabriel y Galán. Nuestros abuelos lo conocieron en vida y nos hablaban de aquel hombre. En cada casa había libros de él y sus lecturas nos llegaban a lo más hondo, porque nos veíamos reflejados en ellas. Cantaba al campo, las penas y miserias de entonces, los amores y desamores y todo cuanto se refería a la vida cotidiana, en un estilo sencillo y en lengua extremeña, además de en castellano. Entonces me aficioné a su lectura y me enamoré de su poesía, que era la única que conocíamos por allí.
Premios literarios obtenidos: (De poesía) 2º de Gabriel y Galán. / 2º y 3º de Exaltación al olivo. / 2º de Leonor Pérez Cabrera
Extraordinaria elegía plagada de sentimientos, propios y ajenos, la tragedia no debió ser para menos, y si abandonar el pueblo era poco, al menos los que bajaron a las tierras en las que al Alagón se le une el Jerte, tierra de encinas trasformadas en regadío, como cuenta el poema, se encontraron con que los campos convertidos en bancales eran una tierra fría, que muy poco producía, ni tan siquiera se habían dado cuenta que la tierra removida hay que dejarla reposar para que sea productiva.
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